Hay dos clases de viajeros:
los que miran el mapa y los que se miran en el espejo. Los primeros son los que se marchan.
(La sal de la vida,
Politiki Kouzina,
Grecia, 2003)
Sobrevivir sin haber renunciado a nada del mundo moral propio, a no ser debido a poderosas y directas intervenciones de la fortuna, no ha sido concedido más que a poquísimos individuos superiories, de la madera de los mártires y de los santos. (Primo Levi, Si esto es un hombre)