A continuación, una brevísima recopilación de artículos aparecidos en este maravilloso invento informático que es el blog, a partir de la muerte del Maestro Lem, como lo nombran sus seguidores.
Adiós al maestro Lem ( 27 de marzo, 2006)
Triste día el de hoy, que he visto en la red la noticia de la muerte del maestro Lem en Stardust. Maestro sin duda en el género fantástico, uno de los grandes. Con sus obras podría documentarse todo un congreso de futurología. En estos días en que las alergias surgen sin descanso y la fiebre del heno comienza a afectar a nuestras vías nasales recibimos esta noticia. Sin duda la obra de Lem ha sido extensa y variada, pero de lo que uno puede estar seguro es de que no tiene un valor imaginario, todo lo contrario un valor real.
Lem es uno de esos autores originales y que en general gustan a la mayor parte de los lectores. En estos tiempos en que los autores son la voz de su amo, la voz del mercado, autores como Lem resultan cada vez más imprescindibles porque la creatividad literaria en algunos géneros se encuentra casi en un vacío perfecto. Ya se venderá la novela sobre la investigación de turno de secretos templarios o códigos masónica, pero no se venderán las lúcidas reflexiones de este autor polaco que sufrió en sus carnes tanto el nazismo como el totalitarismo soviético. Un autor cuya obra se enfocó principalmente a lo epistemológico, a lo filosófico, con gran énfasis en la crítica al antropocentrismo, las fábulas sobre robots, la cibernética o lo imposible del contacto extraterrestre. Lo que podría clasificarse como una ciberiada.
Pero queda su obra, que si bien tampoco es excesivamente extensa es lo suficientemente variada para las lectoras y lectores inquietos, si bien aún quedan algunas obras relevantes por traducir. Sobre todo ensayísticas. Y es que ahora que cualquier personajillo televisivo escribe sus memorias, memorias que tal parece que son memorias encontradas en una bañera, uno echa en falta las memorias de este gran escritor polaco. Aunque seguro que para muchos tales memorias serían un fiasco.
Como he dicho, Lem era un gran enemigo de las concepciones antropocéntricas, frente al invencible protagonista de otros autores Lem nos muestra personajes tremendamente humanos, limitados, que no son el centro y medida de todas las cosas.
Te echaremos de menos, maestro, poco más se puede decir en un minuto humano que he consumido para hacer esta breve aportación. Esperemos que puedas encontrar tu propio edén intelectual, desentrañar la verdadera naturaleza de Solaris, si existe, y quizá en algún futuro podamos los demás encontrarlo a través de los diarios de las estrellas de algún osado cosmonauta, tras su retorno de las estrellas.
Y por si no os habéis dado cuenta este texto es dos cosas a la vez, un homenaje a mi escritor preferido de ciencia ficción, y una provocación, como no puede ser menos por parte de un trasgu probabilista. Título por cierto, que está inspirado en cierto relato de la obra del maestro.
posted by Instantón at 9:56 PM
Una argumentación triste (27de marzo, 2006)
Da bastante pena empezar a leer los títulares "Ha muerto el escritor de ciencia ficción Stanislaw Lem", en lugar de los que deberíamos leer, "Ha muerto Stanislaw Lem, uno de los grandes de la literatura del siglo XX".
No soy capaz de determinar de quién es la culpa. Si de unos medios de comunicación ciegos, o de un género que sigue siendo una mancha imborrable sobre la gente que lo ha amado.
En fin: llevábamos veinte años sin saber de él, y nadie recogió el testigo. Quedan sus libros.
Qué hermoso debe ser, si hay otra vida, mirar atrás y ver que las palabras que has escrito pueden significar tanto para tantas personas. Ver que han supuesto tantas emociones, tantos pensamientos.
posted by Julián Díez at 9:11 PM
Leo en Sturdust que Stanislaw Lem, el mejor y más famoso escritor polaco (digan lo que digan ciertos fans de cierto brujo cazador de bestias) ha muerto hoy en Cracovia a los 84 años. Famoso por muchos de sus libros de ciencia ficción bastante serios como "Solaris" o "Edén" y por sus libros satírico-humorísticos de ciencia ficción también (mis favoritos), sobre todo "Diarios de las estrellas: Viajes y Viajes y Memorias".
Un ejemplo de lo mucho que ha influido se ve simplemente si uno hace la búsqueda Stanislaw Lem en technorati.
En fin, esto le pasa incluso a los mejores, aunque el mejor de todos sigue aguantando al pie del cañón como un auténtico campeón (sí, es un pareado, pero no lo borro).
Ale
Un ejemplo de lo mucho que ha influido se ve simplemente si uno hace la búsqueda Stanislaw Lem en technorati.
En fin, esto le pasa incluso a los mejores, aunque el mejor de todos sigue aguantando al pie del cañón como un auténtico campeón (sí, es un pareado, pero no lo borro).
Ale
Ayer fue un día luctuoso. Se nos fue Stanislaw Lem, un escritor fundamental para entender la literatura del siglo XX. Una de esas voces inteligentes, potentes y únicas, de las que tan escasos andamos y que entristece cuando se apagan. Ahora tendría que venir algún tipo de semblanza sobre su figura, pero después de leer lo que Juanma Santiago ha escrito hoy en Pornografía emocional, o el obituario que preparó David Torres para El mundo cualquier cosa que escriba está de más.
El mejor homenaje que podemos hacerle es seguir leyendo su obra... y en eso ando, terminando su último libro publicado en nuestro idioma, Provocación. Una obra que sólo tiene una cosa mala: su precio. El resto es Lem en estado puro: certero, contundente, sagaz, corrosivo,... Tal y como lo recordábamos.
Juanma comenta que en breve El Funambulista publicará otros de sus libros: El gran castillo (novela autobiográfica, aún inédita en castellano), la necesaria reedición de Vacío perfecto, Magnitud imaginaria y Golem XIV. Citas ineludibles.
posted by Nacho @ 20:53
Stanislaw Lem (29 de marzo, 2006)
Se ha ido uno de los grandes: Stanislaw Lem. Mi acercamiento al autor reconozco que ha sido atípico. No me he leído todavía su gran obra: Solaris, en parte porque el ver la película de Tarkovsky representó para mí un cierto trauma (a las tantas de la madrugada y en versión original en ruso: es decir, con nocturnidad y alevosía).
Tampoco he leído sus obras más conocidas como las del piloto Pirx o los Diarios de las estrellas. ¿Qué he leído, pues, de Lem? Pues cuatro de sus obras: Fiasco, La voz de su amo (Glos Pana), Congreso de futurología y Vacío perfecto, todas ellas plenamente satisfactorias.
Leer a Lem no es fácil, en especial porque admite acercamientos a diferentes niveles: uno superficial que nos cuenta una historia más o menos simple pero con elementos extraños que nos hacen sospechar que debajo hay mucho más. Y vaya si lo hay. Éste es el caso de Congreso de futurología una obra más cercana a la filosofía que a la ciencia ficción y con unas ciertas resonancias a lo Philip K. Dick.
Según se cuenta, Lem era visto de manera diferente según el país en que se leyese. En algunos, era visto como un científico; en otros como un filósofo y en otros como un escritor de ciencia ficción. Supongo que esta última acepción es la que más nos ha llegado a nosotros. Pero este amplio abanico de consideraciones ya nos hace sospechar que Lem era mucho Lem.
Por desgracia, y como casi siempre pasa con los grandes que no son fotogénicos o no se pasan todo el día en los medios de comunicación (que también los hay), su desaparición ha pasado bastante desapercibida. Un simple breve en la columna de sucesos de algunos diarios y poco más.
Tampoco me extraña. Muere la folklórica de turno (con todos mis respetos) y los medios nos inundan con panegíricos sobre lo gloriosa que fue su vida, cuando en el fondo poco aportó a nuestras vidas. Pero muere un gran intelectual y la gente ni se entera ni se quiere enterar. En parte, tal vez, porque tendrían que darse cuenta de lo poco que saben de ese intelectual o de cualquier otro y de la poca presencia en su vida de elementos culturales de un cierto nivel.
Descanse en paz, Stanislaw Lem.
Stanislav Lem y Philip K. Dick (29 de marzo, 2006)
Para j
Saco los fragmentos que siguen de un artículo publicado en Escuela de Letras
Hacia fines de 1972, según Jeet Heer [1], Stanislav Lem ya entonces un autor reconocido, le solicitó a Dick autorización para publicar Ubik en polaco. Lem era un gran admirador de la obra de Dick, a quién consideraba el único contemporáneo de valía en el campo de la ciencia ficción [2]. Pero por las restricciones de intercambio monetario que existían entre el bloque oriental y el bloque occidental, Dick no pudo cobrar los derechos de publicación y acusó a Lem de fraude. Hasta aquí, sin embargo, no se puede decir que esto implique un episodio paranoico porque suena lógico que el autor de Ubik reclamara sus regalías.
(...)
Dick llegó rápidamente a una conclusión: Lem era un agente de la KGB al mando de una amplia organización que incluía a Suvin, Rottensteiner y Fitting, todos nacidos fuera de los Estados Unidos, bajo una ‘cadena de comandos a la orden de Lem en Cracovia, Polonia, un funcionario del partido totalitario’. La intención del grupo del Partido de la Cortina de Hierro era ‘obtener monopólicas posiciones de poder desde las cuales pudieran controlar la opinión a través de ensayos crítico y pedagógicos, convirtiéndose en una amenaza a todo el campo de la ciencia ficción y su libre intercambio de ideas”. Según afirmaba, su vida estaba en peligro y Lem y su conspiración planeaban secuestrarlo y lavarle el cerebro.
[1] Parte de la información de estas notas fue tomada de “Marxist literary critics are follow me!: how Philip K. Dick betrayed his academic admirers to the FBI”, en Lingua franca: the review of academic life. vol. 11, nº 4 (may-jun 2001)
[2] Ver “Philip K. Dick: un visionario entre charlatanes”. En: El Péndulo 15 (mayo 1987) Buenos Aires
Por su parte, Lem jamás dejó de demostrar su admiración por el escritor estadounidense. Buen ejemplo de ello es el artículo mencionado más arriba, Un visionario entre charlatanes, que afortunadamente un tal Mishkin recogió y grabó en uno de los muchos árboles de El Bosque