martes, abril 08, 2008

Esperando a Laura Díaz

Ayer cumplió dos años este espacio, algo que implica todo un milagro por varias razones que no vienen al caso. O que sí, pero que no tengo intención alguna de dar ya que no me corresponde porque esta servidora que les escribe no es Laura Díaz, La amante de Bolzano, sino una intrusa. O una simple sustituta que ha decidido meter mano aquí para contarles que Laura Díaz se ha refugiado en sus cuarteles de invierno (aunque el otoño recién se ha estrenado en el sur del mundo) mientras decide si regresará, o si cambiará su identidad como los testigos que declaran contra la mafia en EUA o como las mujeres agredidas por sus maridos en países que se toman en serio la violencia doméstica. Porque, la pura verdad es que si a la Laura Díaz le faltaban problemas como para acariciar en más de una oportunidad la idea de cortarse de un tajo las venas o masticarse, todas juntas, mil pastillas de colores, ahora ha sido acusada de difamación y de violación del derecho a la intimidad a raíz de un comentario publicado. En fin, que al parecer, la pobre, que supo inventarse este espacio para huir de unos malvivientes que le han hecho la vida a cuadritos, ni bajo seudónimo le es permitido ejercer la libertad de sentir y de expresar lo que su corazón le dice y lo que su cerebro piensa. De modo que nadie sabe qué hará con su vida ni con este espacio ni con su identidad. Prometo que si me entero de algo, se los informaré.