Tuve que venirme para acá, no habia mucha opción. O me escapaba del sofocante ambiente de mi ciudad, o en cualquier momento iba a explotar.
Aproveche la ocasión de una reunion de trabajo en este país (de la que el arquitecto, por supuesto, no pago un solo peso -dolar americano o euro) para tomarme unos dias de descanso en tierras de Faulkner.
Oxford, Mississippi, es un pueblo de postal que vive en torno a su Universidad, Square Books), en la que uno se puede pasar las tardes enteras mirando libros, leyendolos, tomando café (o te frío, bien sureño, de EUA, claro).
Del frío del sur del mundo, aterricé en esta sofocante primavera en la que hoy, por suerte, la brisa aplaca el infernar sol de las dos de la tarde.
Dudo que escriba mas desde estos que le he robado a la rutina para juntar fuerzas para seguir en mis habituales actividades. Compraré libros en Square Books, iré a la universidad, visitaré la Public Library (un ejemplo que todas las bibliotecas deberian seguir) y conversaré con ese pedazo de familia que el destino quiso que viviese aca desde hace tanto tiempo. Roth, Murakami, Levi, y alguna que otra novedad editorial que demorara mucho en llegar al sur del mundo (si es que algín día llega), me atraparán.
Ya habrá tiempo cuando regrese al sur del mundo (si es que regreso, y jamas digo algo asi en broma) para retomar esta página.
Por un berve período, me desintoxicaré de todo lo que tan mal me hace. Así será, créanme.