Como ya conté, esta vez llegué a la casa de Faulkner a través del bosque que se encuentra a unos pasos de los museos de la Universidad de Mississippi (Ole Miss). Es decir, por "el patio trasero". Recién habían cortado el césped y ese inconfundible perfume inundaba el aire del atardecer.
Las imágenes están colocadas en el órden en el que fui recorriendo los jardines, hasta que me alejé de ella. Es decir, en el sentido opuesto al tradicional.